La Junta Disciplinaria de la Corte Suprema del estado de Pennsylvania ha decidido castigar al abogado Mathew Eshelman con una suspensión de tres años, tras recibir decenas de quejas por mala práctica atribuida a la adicción del jurista a los videojuegos.
Al parecer Eshelman empezó a tener problemas de estrés y en su casa, lo que favoreció su enajenación mediante el entretenimiento digital que se trasformó al poco tiempo en dependencia patógena. Fue despedido de la empresa para la que trabaja y aunque logró reestablecerse ejerciendo por libre, sus clientes comenzaron a mostrarse alarmados e insatisfechos con su desempeño profesional: impuntualidad, negligencia en el manejo de dinero y llamadas e, incluso, mentiras.
Finalmente la semana pasado tuvo que testificar ante la Junta Disciplinaria de la Suprema Corte, donde el abogado reconoció que tenía un problema y se describió a sí mismo como «adicto a los juegos».
Aunque la adicción a los videojuegos no es reconocida formalmente como una enfermedad mental por parte de la Asociación Psiquiátrica Americana, el mismo órgano ha realizado estudios relativos a este problemas que sí han arrojado evidencia de que los juegos tienen características adictivas que llevan a que por ejemplo países como China limiten su uso a tres horas por día.
Algunos síntomas indicadores de las ciberadicciones son: patrones de sueño desordenados, duchas a altas horas de la noche, negligencia de la higiene personal, reclusión social y, en algunos casos, aumento de peso por sedentarismo.
Fuente: Level Up
25/08/2011 en 11:56 AM
Recordamos nuestro artículo de 2009 sobre Videojuegos online, oportunidades y riesgos para los menores.